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Las consecuencias de ser el patio trasero
  • 25 de Agosto, 2020

En 2015, la historia guatemalteca se vio caracterizada por un terremoto político, como lo denominaron analistas y periodistas. Por primera vez en 30 años, el pueblo se levantó y logró remover a un binomio presidencial por su corrupción. Sin embargo, cabe preguntar, ¿realmente fue el poder del pueblo o hubo otro factor que impulsó la caída de Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti?

La realidad de lo ocurrido en 2015 es que la caída del gobierno del Partido Patriota solo es un ejemplo más de la forma en que Estados Unidos maneja a Guatemala como un territorio más de su dominio, pues, como en el resto de Latinoamérica, nada pasa si EE. UU. no lo permite.

Según datos del Banco Mundial en 2014, 59.3% de la población guatemalteca vive en pobreza y la organización Transparencia Internacional indica que en 2019 Guatemala se encontró en el puesto 146 de 180 países en un estudio sobre corrupción. Guatemala vive su día a día en constante crisis, pues también es el séptimo país más violento de América Latina, según datos del Observatorio de Marca e Imagen País. Claro es, que estos problemas son culpa de gobiernos desinteresados por atender las problemáticas e invertir en soluciones efectivas, pero el contexto guatemalteco es tan complejo que tampoco se puede creer que la intervención estadounidense no ha impactado en estos sectores.

Desde el siglo XIX, Estados Unidos tomó un interés en Latinoamérica, instituyendo en 1823, por medio del entonces presidente James Monroe, una doctrina que les permitía intervenir en los territorios latinoamericanos cuando sus intereses lo demandaran. Desde las guerras bananeras, golpes de Estado, intervenciones militares y el financiamiento de sangrientos conflictos internos, Estados Unidos ha hecho lo posible por mantener a raya una región entera que considera su “patio trasero”, un pedazo más de su territorio.

Las prioridades de política exterior de EE. UU. rara vez incluyen a Guatemala, a pesar de considerarlo un territorio crucial para su imperio, pues, por ser un país poco incidente a nivel internacional, lo consideran una pieza más en el juego geopolítico que tienen con las demás potencias mundiales. Así fue en 1954 cuando idearon un golpe de Estado contra Jacobo Árbenz, y así es hoy en día, como lo evidencia la firma del Acuerdo de Tercer País Seguro durante el gobierno de Jimmy Morales.

Muchos de los problemas que sufre Guatemala son consecuencia directa de las acciones que los Estados Unidos, arrogantemente, ha tomado para proteger sus intereses económicos y para consolidar control en la región. El desarrollo económico fue truncado debido a la oposición norteamericana de políticas que resguardaban los derechos de los trabajadores y que buscaban disminuir las desigualdades creadas por los monopolios de las empresas estadounidenses durante el marco de la Guerra Fría. La violencia aumentó debido al financiamiento que dieron al gobierno durante el Conflicto Armado Interno con la excusa de la lucha anticomunista. La crisis migratoria inició como resultado directo del Conflicto que la administración Reagan alimentó, propiciando el nacimiento de pandillas violentas en Los Ángeles, cuyos miembros fueron deportados y regresados a Centroamérica, sembrando más violencia. Las acciones de los gobiernos estadounidenses han creado un círculo vicioso de pobreza, violencia y subdesarrollo que causa más flujo migratorio, más deportaciones, más pobreza y menos oportunidades de desarrollo para las capas medias y bajas de la sociedad.

El desinterés por parte de los gobiernos guatemaltecos por atender estas problemáticas se debe a que Estados Unidos no desea que las problemáticas sean atendidas, y lo aseguran por medio de favores y prácticas extorsivas que han mantenido a los gobiernos a raya. Pues, el desarrollo del país les quitaría ventaja sobre Guatemala, disminuyendo su influencia.

El pleno ejercicio de la soberanía por parte de los gobiernos guatemaltecos es la única forma de romper esa influencia norteamericana que ha causado tanto daño. Misma solución que los mismos estadounidenses han identificado como la amenaza más grande para sus intereses. Miguel Toriello lo expresó durante la Conferencia de Caracas en 1954, y lo seguimos sintiendo hasta el día de hoy. El único pecado de Guatemala ha sido intentar hacer valer su soberanía.

¿Cuándo llegará un gobierno que le haga frente a Estados Unidos? No sabemos. Pero si se puede asegurar que, mientras la dependencia económica de Guatemala con EE. UU. exista, estaremos condenados a una realidad en la que, como dice un antiguo dicho político, “cuando Estados Unidos tose, a Guatemala le da pulmonía”.

 

 

Referencias

AJ+. (8 de julio de 2018). How U.S. Involvement in Central America Led to a Border Crisis. AJ+. Recuperado el 26 de abril de 2020, de https://www.youtube.com/watch?v=ueNWlMyUNy4&t=101s

Banco Mundial. (2014). Datos del Banco Mundial. Obtenido de https://datos.bancomundial.org/pais/guatemala

Gleijeses, P. (1991). Shattered Hope: The Guatemalan Revolution and the United States, 1944-1954. Princeton, New Jersey: Princeton University Press.

Godoy, G. M. (21 de agosto de 2019). elPeríodico. Obtenido de https://elperiodico.com.gt/opinion/2019/08/21/enfoque-guatemala-en-la-agenda-de-ee-uu/

Lujan Muñoz, J., & Contreras R., J. D. (1997). Historia General de Guatemala (Vol. 6). (F. p. Desarrollo, Ed.) Guatemala, Guatemala, Guatemala: Asociación Amigos del País.

Móvil A., J. C., & Barrios A., A. (2017). El Patio Trasero. Guatemala: Serviprensa.

Observatorio de Marca e Imagen País. (2017). Países más violentos de América Latina. 

Transparency International. (2019). Guatemala | Data. Obtenido de https://www.transparency.org/country/GTM

El autor es Estudiante universitario.