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Por Elena Toledo de Fundación Eléutera

Durante el mes de septiembre, Honduras tuvo una serie de medidas que orientaron la balanza hacia una evaluación negativa en cuanto al respeto de las libertades y del Estado de Derecho.

Si bien consideramos que la aprobación del Presupuesto General de la República fue una medida positiva por parte del Poder Legislativo, así como la mejora de la estructura institucional de la Agencia de Regulación Sanitaria (ARSA), hay otros aspectos que nos preocupan.

El alarmante -46% en el panorama general nos debe hacer un llamado importante a vigilar el actuar de nuestros tomadores de decisiones. Ya que tanto la suspensión de las Garantías Constitucionales como la aprobación de contratos de energía al margen del proceso estipulado por la Ley General de la Industria Eléctrica (LGIE), así como de las instituciones reguladoras y operadoras, ponen en peligro el proceso de apertura del Mercado Eléctrico Nacional (MEN).

Esta última medida aprobada por el Poder Legislativo pone en riesgo, además de la apertura del MEN, las actuales y posteriores inversiones nacionales y extranjeras tan necesarias para tener un sistema eléctrico seguro, eficiente y con menores costos de los actuales.

El tema de la energía ha sido un aspecto muy politizado en Honduras, y que a su vez significa una piedra de tropiezo muy importante para la economía empresarial de todo tamaño; así como del ciudadano en general, ya que además de los altos costos, el no tener un servicio estable y efectivo provoca pérdidas importantes.

Preocupa que futuros contratos puedan ser aprobados de la misma forma, ya que aunque no significan una cantidad importante de energía, sí afectan la institucionalidad que se ha venido construyendo a raíz de la aprobación de la LGIE en 2015.

Por otra parte, es importante destacar que en Honduras la dinámica de poder legislativo se centra en temas electorales, con el debate de la Nueva Ley Electoral, lo que hace que la atención del pueblo hondureño se distraiga en dichos temas.

En la actual coyuntura el Poder Legislativo queda en deuda con las realidades y circunstancias que exige Honduras y el mundo bajo el escenario que vive. Esto en detrimento de la situación económica y social de los hondureños.

En Honduras es importante destacar por medio de la transparencia, el respeto y fortalecimiento a la institucionalidad; ya que las personas pueden pasar, pero la institucionalidad es la que sostiene la certeza económica, jurídica y ciudadana en general.