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Emprendedor, te necesitamos en política.
  • 25 de agosto, 2020

No es ningún secreto que necesitamos cambiar la forma de hacer política en Guatemala, con varias décadas de haber iniciado nuestro proceso democrático seguimos con los mismos problemas que enfrentamos desde el inicio de la era democrática. La renta media guatemalteca está muy por debajo de la media mundial, desnutrición y malnutrición, altos índices de violencia y polarización, con una economía débil y dependiente y con un sistema político que prioriza el nepotismo y no da lugar a la meritocracia. Todo esto a pesar de tener una posición geográfica privilegiada y un potencial de desarrollo enorme. 

¿Pero siendo un problema multidimensional con tantos factores involucrados cómo saber hacia dónde damos el salto? Si queremos tener resultados distintos tenemos que hacer cosas distintas. Por eso ese salto debemos darlo hacia la construcción de una generación de emprendedores de la nueva política, tal como lo dijeron Osborne y Ted Gaebler en su libro titulado “Reinventing Government, How the Entrepreneurial Spirit is Changing the Public Sector”, publicado en 1993. 

La idea principal del emprendedor político es repensar radical y profundamente cómo reinventar la política a través de la mentalidad emprendedora. Entendiendo política en su definición más amplia que incluye toda actividad, arte, doctrina, diplomacia y opinión referentes a la búsqueda, al ejercicio, a la transformación, al sostenimiento, o a la desaparición del poder público.

 

Esto del emprendimiento político va en la misma línea con el análisis del economista austro-estadounidense, ministro de Finanzas en Austria y profesor de la Universidad de Harvard, Joseph Alois Schumpeter. El análisis se centra en la importancia vital del emprendedor y su papel en la innovación que a su vez determinan el aumento y la disminución de la prosperidad. 

Schumpeter estableció una metodología a través del concepto de “destrucción creativa” como forma de describir el proceso de transformación que acompaña a las innovaciones, es decir propuestas que materializadas destruyan a lo viejo de inferior desempeño a través de la innovación, creando algo nuevo, mejor y más eficiente. 

¿A qué me refiero con emprender en política?

Simple pero no simplista, con emprender en política me refiero a extrapolar la inteligencia empresarial y la mentalidad del emprendedor hacia la política. Que es en realidad un proceso  que requiere de mucho trabajo pero que tiene como base fundamental la efectividad y por ende su fin máximo es la satisfacción del usuario.

No estoy hablando de INVENTAR una nueva forma de hacer política que sería un proceso complejo y engorros, hablo de una forma distinta de hacer  la misma cosa. Por ejemplo, Henry Ford no inventó los carros ni sus componentes ni siquiera inventó la línea de ensamblaje, Ransom Olds la había patentado 12 años antes de que Herny Ford empezara su producción. Pero el mérito de Herny Ford fue que por medio de la inteligencia empresarial logró perfeccionar y extrapolar conocimientos de muchas áreas para generar una verdadera innovación que cambiaría el mundo. 

Tenemos en Guatemala ejemplos vivientes de inteligencia empresarial aplicada en distintas áreas. Cómo el caso de Emilio Méndez un emprendedor guatemalteco, director creativo de Saúl E. Méndez; fundador de GuateÁmala, presidente de Fundación Proyecto de Vida y creador de muchas iniciativas en favor de la sociedad guatemalteca. Quien en varias ocasiones ha señalado la importancia de la innovación y la creatividad, herramientas con las que ha logrado crear iniciativas que han impactado las vidas de muchas personas en Guatemala, sin necesidad de depender de los procesos burocráticos del estado guatemalteco. 

Incluso sin definirlo cómo tal se han desarrollado emprendimientos políticos en Guatemala. El Instituto de Recreación de los Trabajadores de la Empresa Privada de Guatemala -IRTRA, es una institución única en el mundo. Surge en 1960 por iniciativa de un grupo de empresarios de crear una institución para llenar un vació que existía en torno a la recreación de los trabajadores del sector privado. Este grupo de empresarios presentaron al gobierno de Guatemala de forma voluntaria, la propuesta para crear un comité que estudiara, presentara y promoviera una ley en favor de la creación de una institución que diera al trabajador recreación digna. 

Esta gran idea se concreta el 1 de julio de 1961 cuando entra en vigor el Decreto No. 1528 del Congreso de la República que contiene la ley “Creación del Instituto de Recreación de los Trabajadores de Guatemala” desde ese entonces el IRTRA ha desarrollado sus actividades como una entidad autónoma del gobierno central financiado exclusivamente por el aporte de los empresarios.  

Pirámide decorativa del Instituto de Recreación para los Trabajadores -IRTRA-

 

El IRTRA debería ser  un orgullo para todos los guatemaltecos porque el modelo ha querido ser replicado sin éxito en todo el continente y  ha recibido reconocimientos internacionales por su eficiencia cómo el Applause Award en 2008, fuera de Estados Unidos sólo tres parques lo han recibido dos europeos y uno latinoamericano que es el IRTRA y otro galardón otorgado por la Asociación Mundial de Parques Acuáticos otorgó al Parque Acuático Xocomil, el premio “A la Innovación”.

Podría seguir ejemplificando la destacada labor de un grupo de emprendedores que pusieron su inteligencia empresarial al servicio de su nación y de su gente, pero considero que ha quedado clara la importancia de crear una metodología que nos permita empapar a toda la política de este espíritu de innovación y eficiencia. 

Pero la inteligencia empresarial no es algo tangible que podamos poner a trabajar cómo una máquina, es el emprendedor quien la desarrolla y la pone en práctica. Por eso es tan importante la figura del emprendedor político. 

Si queremos cambiar la forma de hacer política nos va a tocar hacer un emprendimiento político metodológico. Tenemos que dedicar tiempo a comprender los modelos exitosos en otros países, hacer análisis comparativos sobre los contextos y determinar la mejor forma de integrar dichos modelos en nuestro país. Y claro que se puede fallar, pero con sentido y tratando de optimizar los recursos para sacar la mayor cantidad de provecho a esos fallos.

Todo esto sólo de entradita, porque luego viene lo difícil. Cualquiera puede empezar un emprendimiento o inventar algo nuevo, pero cómo en el caso de Henry Ford y Ransom Olds no cualquiera tiene la capacidad para desarrollarlo y hacerlo triunfar. 

Es precisamente la razón por la cual el título de este artículo se llama “Emprendedor, te necesitamos en política” así como una especie de nuevo cartel del tío Sam que te dice “I WANT YOU”. Porque todo esto suena muy bonito, pero ALGUIEN lo tiene que hacer. 

Los jóvenes sobre todo  tenemos que alejarnos del concepto “participar” para empezar a  EMPRENDER en la política, porque el concepto de participación es vago y no nos define un camino o una meta clara.

Por el contrario, emprender de forma exitosa significa superar obstáculos y romper con las rutinas, ir contra la corriente y crear cosas nuevas, esto es lo que caracteriza a un emprendedor político, héroe de la era capitalista que se atreve a lanzarse a lo desconocido. Sin embargo, vencer la resistencia del medio requiere de aptitudes que solo están presentes en una pequeña fracción de la población y esto es lo que define al emprendedor cómo líder.

Cuando pienso en un emprendedor político se me viene a la mente Martin Luther King, quien es para mí un ejemplo a seguir. Porque en medio de un contexto de polarización y violencia decidió crear un movimiento innovador y totalmente distinto a su entorno, pero con un profundo conocimiento del mismo. Un movimiento pacífico en medio de un ambiente violento con una máxima de fraternidad y respeto mutuo. Está máxima del movimiento la dejo tangible en varias de sus frases famosas, pero sobre todo en una:

 

“Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad (…)”

 

Por eso pienso que emprender e innovar son también valores políticos, valores que no corresponden a la izquierda igualitaria ni a la corriente socialdemócrata a la que migran las personas por falta de una propuesta política decente.

Estos valores corresponden a los pocos emprendedores que estén dispuestos a crear una revolución social a través de la innovación  no a través de la coerción estatal o de las presiones sociales que puedan existir en determinados contextos. 

Sólo me queda enviar un mensaje a todas las personas que decidan seguir este propósito que tengo de ser un emprendedor político:

Preparémonos y no estemos a la espera del cambio porque el cambio somos nosotros, no debemos permitir que tomen decisiones por nosotros. Yo tengo la convicción de que este es el camino para un mejor país, pero nada me llenaría más que poder vivir para ver un ejército de emprendedores políticos trabajando juntos llevando a Guatemala hacia el éxito cómo nación.

El autor es Licenciado en Ciencias de la Comunicación actualmente estudiando una Maestría en Comunicación Política y Empresarial por la Universidad Nebrija en Madrid.