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Los Retos y Desafíos del Sector Eléctrico en Guatemala
  • Carmen Urízar H

  • 22 de Abril, 2019

Guatemala cuenta hoy con un mercado eléctrico maduro, con instituciones sólidas y creíbles que han enviado señales económicas adecuadas para atraer inversión, logrando un de las matrices eléctricas más diversificadas de Latinoamérica. La generación cuenta con alta participación de renovables, a la cual se han incorporado fuentes que hace dos décadas no se contemplaban, como el uso de la energía solar y la eólica. Todo ello ha permitido que el país tenga hoy una cobertura del 91%, fuentes de generación más baratas, tarifas al consumidor final más competitivas y se cuente con un mercado regional en donde Guatemala muestra una participación significativa y es el exportador neto para la región

Guatemala cuenta hoy con una oferta de 3,200 MW y la demanda máxima es de 1,700 MW lo que representa una oportunidad. El país hoy debe buscar cómo aumentar esta demanda. Esto podría lograrse a través del sector industrial con empresas como la siderurgia y las petroleras que tienen un elevado consumo de energía; o el sector de transporte masivo eléctrico -que no sólo den alivio al alto congestionamiento que hoy vive la ciudad- o de manera individual mediante el uso de vehículos eléctricos. El sector residencial, también podrá jugar un rol importante ya que precisa reducir el uso de la leña y sustituirlo por otro energético.

Así mismo hay inversiones importantes que se encuentran en marcha para ampliar el sistema de transmisión y distribución local, las cuales permitirán elevar la confiabilidad y redundancia de estos sistemas. Sin embargo, hay varios retos y desafíos que deben atenderse y que no dejan que los beneficios de toda esta nueva inversión en generación, expansión de transmisión y distribución se desarrolle más rápido, causando atrasos en la entrada de estos proyectos y limitando el aumento de la cobertura, sobre todo en el área rural. Estos retos están relacionados con: 1) la conflictividad y el riesgo social que ha ocasionado paralización en la construcción y finalización de los proyectos; 2) la dificultad para obtener las servidumbres necesarias para poder pasar las líneas de transmisión, distribución o colocación de torres; 3) la dificultad, tardanza o discrecionalidad en la obtención de los avales municipales; y 4) el robo de energía eléctrica que pone en riesgo la operación del sistema eléctrico y la liquidez de las empresas distribuidoras. Mientras todos estos temas no se resuelvan, la electrificación rural también seguirá siendo otro reto.

La inconformidad con el cobro de alumbrado público en el interior del país también ha contribuido a elevar la conflictividad social. Habrá que avanzar en una metodología basada en criterios técnicos y objetivos para el cálculo de un cobro eficiente, que permita a las comunas expandir el sistema de alumbrado público y cubrir su mantenimiento y operación.

En cuanto al mercado eléctrico regional, se requiere más celeridad para contar con los instrumentos (ej. derechos de transmisión y contratos firmes) y la normativa para aumentar las operaciones en este mercado.

Finalmente, es importante resaltar que los desafíos de este sector requieren también que las autoridades de los tres organismos del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) compartan la misma visión de desarrollo para este sector y tomen sus decisiones en lo que les compete de forma técnica, objetiva y expedita para que los proyectos puedan completarse en el tiempo que se requieren y continuemos teniendo un suministro de electricidad a precios competitivos

La autora fue Ministra de Energía y Minas de Guatemala (2007-2008) y Presidente de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (2012-2016)

 

Fuente: Revista Mundo Comercial, Año 23, Edición 215, Cámara de Comercio de Guatemala