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La Reforma Urbana y las SMART Cities

La Reforma Urbana y las SMART Cities
  • Marco Martinez O’Daly

  • 1 de Abril, 2019

Una ciudad inteligente no es sólo una con sistemas de transporte multimodal, o con alumbrado público de eficiencia energética, o con estaciones de carga para autos eléctricos, o con sistemas de información complejos. Una ciudad no es inteligente si se caracteriza por mano de obra barata o industrias en decadencia; si cada vez que llueve se inunda; si enfrenta tráfico insufrible en autopistas saturadas; si su infraestructura está cada vez más deteriorada, y sufre escasez de agua, o índices de criminalidad altos; y menos lo es si no tiene atracciones culturales, industrias creativas, alternativas de recreación y esparcimiento, o arquitectura icónica. Debemos comenzar a pensar en las ciudades de una manera diferente, como lugares en los que es inteligente vivir, lo cual se puede medir por su capacidad de atraer y retener a las personas mas talentosas, mano de obra calificada, artistas, atletas, emprendedores, inventores, e inversionistas.

Todas las ciudades alrededor del mundo están compitiendo en un mercado global, y tanto las personas como los capitales inteligentes se encuentran en constante movimiento, recompensando a las ciudades con políticas urbanas exitosas, y abandonando a las ciudades con políticas fracasadas. Mas aún, las ciudades que estos talentos e inversiones escojan también resultarán en las mejores oportunidades de crecimiento y superación para la clase media y para los más pobres. ¿Qué rol juega la tecnología? ¿Qué retos estarán enfrentando todas, o la mayoría, de las ciudades en el siglo 21? ¿Cuáles serán las ciudades más atractivas para vivir en el futuro próximo?

En el 2012, un grupo de legisladores y expertos de México emprendieron una misión para analizar y debatir estas, y otras preguntas similares, encomendados con encontrar soluciones de raíz a la crisis urbana actual, e identificar mejores prácticas para un nuevo modelo de planeación y desarrollo de las ciudades. Seis años de investigación y debates concluyeron en una propuesta legislativa visionaria: la primera ley nacional de su tipo, una idea que ahora está transformando gobiernos locales y políticas urbanas en ciudades alrededor de México, rápidamente desparramándose a otras regiones del mundo.

Esta reforma urbana define cinco políticas que predicen con gran precisión el éxito o fracaso de casi cualquier ciudad; 1) su cultura emprendedora; 2) su movilidad; 3) su accesibilidad (financiera y urbanística); 4) su resiliencia ambiental; 5) y su transparencia gubernamental. Estos cinco principios se pueden resumir como acrónimo de SMART Cities, por la primera letra de cada principio: Startup-Friendly, Móvil, Accesible, Resiliente, y Transparente.

Primero, una ciudad Startup-Friendlysignifica ser una ciudad en la cual la cultura, así como los marcos normativos y administrativos, facilitan y celebran el emprendimiento y la innovación, tanto global como local. La facilidad de hacer negocios en una ciudad determina directamente los ingresos y las oportunidades laborales en una ciudad; al permitir mayor competencia e innovación entre negocios, las empresas se ven obligadas a subir sus sueldos para atraer y retener empleados, y así los empleados cuentan con mayores opciones. En un extremo negativo se encuentran las ciudades con muy poco emprendimiento, aquellas con excesivas regulaciones y procesos altamente burocráticos, que protegen intereses políticos clientelares, resultando en altos índices de corrupción, y en empleados con sueldos y condiciones laborales precarias, condenados a encontrar trabajo entre tan solo una o muy pocas empresas. En cambio, una ciudad Startup-Friendlyes aquella en la que cualquier persona puede abrir y crecer un negocio de manera rápida y transparente, con mínimos recursos necesarios para ello, y en las que la cultura emprendedora local busca constantemente eliminar barreras de entrada, tanto para atraer a inversionistas extranjeros como para impulsar a nuevos pequeños y medianos negocios. Aquí, decenas de negocios abren y cierran constantemente, reinventando la economía local a mayor velocidad que otras ciudades, y por ello, las personas encuentran mejores oportunidades constantemente, y pueden contar con varias fuentes de ingresos, que les permiten mayor movilidad laboral y libertad financiera.

Segundo, una ciudad Móvil es aquella que logra reducir el costo promedio de transporte. Esto debe ser medido por el porcentaje del ingreso que las familias gastan en transportarse, ya sea en automóvil, en metro, en bus, en bici, o caminando. Pero igual de importante es que la movilidad mida el tiempo promedio que se pierde en el tráfico en una ciudad. El tiempo y los costos del transporte diario son un resultado directo del diseño de los espacios públicos y de las regulaciones al espacio edificable. En un extremo negativo vemos modelos de ciudades dispersas, enfocadas en regulaciones de zonificación, que mantienen la densidad artificialmente baja y que separan y alejan los usos de suelo unos de otros, privilegiando así la movilidad en automóvil. En cambio, una ciudad Móvil es aquella que permite usos mixtos, y mayores densidades, priorizando la accesibilidad y comodidad peatonal dentro de los barrios, reduciendo la necesidad de desplazamientos largos en automóvil, y fomentando mayor diversidad de alternativas de transporte colectivo.

En tercer lugar, ciudades Accesibles se refiere a criterios urbanísticos y financieros que empiezan con una buena traza de espacios públicos, y suficiente flexibilidad normativa para la construcción de vivienda y de edificios de todo tipo. El costo de la vivienda y de hacer negocios se ve impactado de manera negativa bajo esquemas de regulaciones excesivas de densidad, de usos de suelo, y de especificaciones técnicas de los edificios. Pero el costo de la vivienda también se ve afectada de manera negativa cuando la conectividad de la traza de vialidades no es suficiente, lo cual encarece la dotación o adecuación de infraestructuras y de servicios públicos a la larga. Por ello, una ciudad Accesible es aquella que permite que el mercado juegue un rol más importante en la determinación de usos y densidades de los edificios, pero que, al mismo tiempo, donde los gobiernos locales toman mayor liderazgo en la planeación de un diseño coherente de vialidades y de parques, anticipándose al desarrollo.

Cuarto, una ciudad Resiliente se refiere a la planeación de infraestructura verde que logre preservar la calidad ambiental de un territorio, y que ayude a mitigar sus riesgos ante el cambio climático. Las ciudades deben ser planeadas previendo eventos naturales extremos que ocurren cada 50 o cada 100 años (o incluso más seguido si el planeta sigue calentándose). Por ello, una ciudad que entra en crisis con cualquier lluvia insignificante está condenada a fracasar. Así vemos hoy ciudades que fracasaron en planear y proteger sus ríos, arroyos, lagos, playas, vasos reguladores de agua, laderas de cerros peligrosas, fallas, etc., y que año tras año sufren las consecuencias. En cambio, otras ciudades definen estrategias claras para proteger estos elementos a traves del diseño y construcción de parques lineales y lineamientos inteligentes para la cosecha de agua pluvial, que no solo le permite a la ciudad convivir con eventos naturales, sino que utilizan estas zonas para contribuir a la riqueza cultural, paisajística y recreativa de la ciudad.

Finalmente, una ciudad Transparente es aquella con sistemas y tecnologías que ayuden a simplificar trámites, permisos y servicios públicos, pero también aquellas que utilizan las tecnologías para empoderar a la ciudadanía en la toma de decisiones y en el manejo de los recursos públicos. El modelo de planificación central de infraestructuras y de manejo arbitrario de recursos públicos ha quedado obsoleto. Hoy, los ciudadanos tienen acceso a herramientas que les permite participar en tiempo real en decisiones sobre el manejo de sus impuestos, y sobre las necesidades prioritarias de su barrio. Así, algunas ciudades empiezan a fomentar los presupuestos participativos, así como mejores mecanismos para la sostenibilidad financiera de las infraestructuras públicas, mayor competencia y alternativas, públicas y privadas, para la dotación de servicios públicos, mayor acceso a información y a indicadores, acercando cada vez más la libertad de tomar decisiones sobre su vida y la de su barrio a cada ciudadano y a cada comunidad.

El mundo está presenciando hoy una ola de destrucción creativa que está revolucionando la manera en que todos vivimos en las ciudades. La era digital ha traído oportunidades sin precedentes para los emprendedores, pero esto amenaza con destruir industrias obsoletas, incluyendo industrias con gran poder e influencia en muchas ciudades. Aun así, todas las ciudades deben decidir cual camino van a tomar. Algunas ciudades visionarias van a destacar en este proceso, convirtiéndose en las ciudades más atractivas e inteligentes para vivir del mundo. Otras ciudades van a esperar a ver ejemplos y mejores prácticas, para intentar subirse a la ola y reinventarse antes de que sea demasiado tarde. Pero el camino al que muchas ciudades le están apostando hoy es al de tratar de frenar esta ola, o a brincársela. Como las ciudades que pelearon contra el automóvil en el pasado, en defensa de la industria de caballos, o los que pelearon en contra del teléfono en defensa de la industria del telégrafo, no hay manera de detener una revolución global tan poderosa como la revolución digital, y tu ciudad tiene que decidir si va a ser unaSMART Citya tiempo, o no.

Sobre el autor:

Marco Martinez O’Daly es autor del libro “La Reforma Urbana: para Rescatar tu Ciudad y Cuidar el Planeta”; sirvió como asesor de la Comisión de Desarrollo Urbano del Senado de los Estados Unidos Mexicanos, donde coordinó docenas de conferencias y talleres con cientos de expertos, alcaldes, legisladores, desarrolladores, universidades y organizaciones internacionales, hacia la elaboración y aprobación de una reforma urbana nacional; ha impulsado reformas legales e institucionales en diversos estados y ciudades alrededor de México; ha emprendido diversas iniciativas privadas para la incubación de proyectos de urbanismo táctico y de transformación urbana; ha llegado a más de 200,000 personas a través de videos y artículos informativos a través de sus plataformas digitales; es asesor de la Friedrich Naumann Stiftung für die Freiheit y de la Alianza para Centroamérica en materia de ciudades inteligentes.

Artículo original (en inglés)