George Orwell: 2020
Surse Pierpoint
15 de Junio, 2020
“La gente en la calle se dice que están protestando o causando disturbios, pero esto tiene elementos de una rebelión. Es una rebelión en contra de los controles sobre la población que nunca debieron haber sido impuestos si nos basamos en los elementos de leyes, precedente y derechos humanos…George Floyd se convirtió en un símbolo para gente de toda raza y clase. Pudo ser cualquiera de nosotros. La bota en el cuello nos recuerda de la celebre frase de George Orwell describiendo un futuro bajo los planes del Estado: “Si quieres una visión del futuro, imagina una bota estampándose en un rostro humano – por siempre.”
En marzo de este año el miedo global al virus hizo que se cerraran escuelas, se determinaran empleos “esenciales” o no, se decretaron cuarentenas, y se cerraron fronteras. Un plan perfecto decretado sin aprobación de legislaturas, opinión pública, derechos públicos, ni respeto a la propiedad privada todo bajo el lema de “salud pública”.
Pero al mirar a los resultados vemos que el virus ha tenido su mayor impacto en la población mayor a los 70 años con alguna comorbilidad que agrava el impacto del virus. Para el 99% del resto de la población el impacto ha sido menor pero no así el impacto de la cuarentena. Las semanas se han vuelto meses y todavía al día de hoy no se sabe cuando pasaremos de la fase 2 hacia adelante. En las redes ya se empieza a dudar del manejo de las cifras por parte de las autoridades. ¿Estamos improvisando a diario? ¿Cual es la salida para el país ante la caída de los ingresos requeridos para sostener el sistema de salud, vejez e invalidez?
Hay ahora una gran discusión sobre cual es mas importante: la salud o la economía. Estos discursos mal intencionados no quieren reconocer que la sociedad requiere de las dos cosas a la vez para progresar. Sin una, no hay otra.
El camino hacia la recuperación requiere de mayores esfuerzos en materia de política pública para liberar los proyectos individuales de quienes buscan recuperarse después de meses parados. El motor que estuvo andando mal o bien antes del arribo de la pandemia ahora está parado y frio y la batería baja de carga. Para “yompear” debemos revisar toda iniciativa del sector privado para evaluar el impacto positivo que puede tener en reactivar la economía generando así los ingresos requeridos para poder proteger la salud de los más vulnerables en esta etapa preliminar mientras esperamos una vacuna sin fecha de llegada.
De lo que hemos escuchado, emular el éxito de la ley de SEM con algo dirigido a manufactura es un buen ejemplo proactivo enfocado en un mayor impacto en bajar las tasas de desempleo que se avecinan en un futuro próximo. Sigamos analizando y cortando el enjambre de regulaciones que impiden la velocidad en la respuesta requerida por el consumidor de los servicios que todos ofrecemos a diario. Debemos aspirar a tener un motor Fórmula 1 y no la de un Modelo Ford T. Adelante el pico y la pala en la construcción de nuestra autopista hacia la recuperación.
El autor es Presidente de la Fundación Libertad de Panamá