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El “Nuevo” Mundo Bi-Polar
  • Surse Pierpoint

  • 4 de Marzo, 2019

Este año celebraremos el 30 aniversario de la caída del Muro de Berlín, evento que marcó el fin de la Unión Soviética, rival de los EEUU desde la época de la post-guerra mundial.  El evento fue destacado por el autor Francis Fukuyama en su libro “El fin de la historia y el último hombre”.  Según el autor, con la caída del Muro se marcaba el fin de las ideologías y el futuro lo habían ganado las democracias liberales. El comunismo se había barrido al tinaco de la historia.  En 1989, China apenas estaba saliendo del desastre Maoísta y Den Xiaoping se estaba jubilando después de tomar el liderazgo del partido en 1978.  Xiaoping aceptó que no había manera que se pudiese mantener el sistema sin la apertura económica, así que el otro poder comunista también reconocía el fracaso de este fatídico modelo.

A 30 años de la caída del Muro, el libro de Fukuyama no parece haber sido muy profético en la medida que nuevamente, después de estas “vacaciones de 30 años de historia”, nos encontramos en un mundo muy distinto y pudiésemos usar otro ejemplo cultural como “Back to the Future”. Nuevamente estamos en el mundo de la Guerra Fría entre las principales potencias hegemónicas en el mundo de la actualidad. China, Rusia y los EEUU nuevamente luchan por proyectar sus distintas visiones del orden social buscando influenciar a los países en su entorno cercano y lejano.

La potencia mundial a la que nosotros los panameños más nos interesa es la China y especialmente por el mega Plan Marshall que se han propuesto para proyectar “Soft Power” denominado “One Belt One Road” (OBOR) que lanzó el presidente Xi Jinpingen septiembre del 2013. Se estima que se invertirá algo por el orden de USD$1 trillón o mil Billones.  A la fecha se han anunciado unos 68 proyectos alrededor del mundo, principalmente en el área de Asia.  La porción “Belt” será la conectividad ferroviaria desde la parte occidental del país chino hasta Europa y el “Road” es la ruta marítima desde el mar del sur de China hasta el Mediterráneo adecuando puertos y otro tipo de proyectos de infraestructura que mantendrán ocupados a los contratistas chinos por décadas construyendo plantas de generación eléctrica, carreteras en Pakistán, en Omán una ciudad puerto, por mencionar algunos. En Panamá se ha hablado del tren que irá hasta la frontera con Costa Rica.

Por supuesto que a los norteamericanos desde los tiempos de la Doctrina Monroe no les ha agradado la proyección de influencia en el área Latinoamericana por países extra-continentales por lo que hace poco tuvimos la visita del Secretario de Estado Pompeo seguido por la primera visita de un premier chino a nuestro país. Nuestra posición geográfica siempre fue de interés a los norteamericanos desde la época del ferrocarril en 1849 y ahora también es de interés para el presidente XiJinpingy el estado chino.

¿Qué debemos hacer? No es necesario elegir uno sobre el otro ya que nuestro rol siempre ha sido llamado a ser un país abierto a los países que tengan interés en invertir en nuestro país ya que requerimos de inversión extranjera directa para poder mantener los niveles de crecimiento al que nos hemos acostumbrado en los últimos años, superiores a las tasas nulas o negativas de la región. El próximo quinquenio les presentará retos y oportunidades a nuestros nuevos mandatarios para aprovechar el rol de mediador regional que nos ha caracterizado como país en la región latinoamericana.

El autor es Presidente de la Fundación Libertad de Panamá